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30/10/17

La dieta mediterránea ayuda a reducir el riesgo de cáncer de útero hasta un 46% [30-10-17]


La dieta mediterránea ayuda a reducir el riesgo de cáncer de útero hasta un 46%

  • Quienes la consumen tienen menor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y hasta un 33 por ciento menos de tumores gástricos.
  • Aquellas que se ciñeron a seis elementos de los componentes de la dieta redujeron su riesgo de cáncer de útero en un 46%
La dieta mediterránea tradicional tiene efectos cardioprotectores, se ha visto que quienes la consumen tienen menor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y hasta un 33 por ciento menos de tumores gástricos. Estos no son los únicos beneficios de esta dieta, basada en el consumo de verduras, pescado, hortalizas, frutas, aceite de oliva y huevos, carne roja y alimentos procesados con moderación. Un estudio publicado este miércoles en 'British Journal of Cancer' concluye que la mujeres que consumen una dieta mediterránea podrían reducir su riesgo de cáncer de útero en más de la mitad (57 por ciento).


Dieta Mediterránea

Investigadores italianos analizaron las dietas de más de 5.000 mujeres italianas para ver cómo se ajustaba su alimentación a la dieta mediterránea y si iban a desarrollar cáncer de útero. El equipo separó la dieta mediterránea en nueve componentes diferentes y midió hasta qué punto las mujeres se ajustaban a ellos.

Los investigadores encontraron que las mujeres que se adhirieron a la dieta mediterránea más de cerca por el consumo de entre siete y nueve de los grupos de alimentos beneficiosos redujeron su riesgo de cáncer de útero en más de la mitad (57 por ciento). Aquellas que se ciñeron a seis elementos de los componentes de la dieta redujeron su riesgo de cáncer de útero en un 46 por ciento y las que tomaban cinco, registraron un riesgo un tercio menor (34 por ciento).

Pero en el caso de las mujeres cuya alimentación incluye menos de cinco de los componentes de la dieta mediterránea no redujo su riesgo de cáncer de útero significativamente. "Nuestra investigación muestra el impacto que una dieta sana y equilibrada podría tener sobre el riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de útero. Esto añade más peso a nuestra comprensión de cómo nuestras opciones del día a día, al igual que lo que comemos y lo activos que somos, afectan a nuestro riesgo de cáncer", señala la autora principal, Cristina Bosetti, del Instituto de Investigación Farmacológica, en Milán, Italia.


5.000 muejeres sobre dieta Mediterránea


El estudio fue financiado por la Fundación Italiana para la Investigación del Cáncer, la Fundación Nacional de Ciencia de Suiza y la Liga Suiza contra el Cáncer. La doctora Julie Sharp, jefa de información de salud de 'Cancer Research UK', ha explicado que "aunque sabemos que el envejecimiento y el sobrepeso aumentan el riesgo de una mujer de cáncer de útero, la idea de que una dieta mediterránea podría ayudar a reducir el riesgo necesita más investigación, en parte debido a que este estudio se basa en lo que las personas recuerdan que habían comido". "El riesgo de cáncer se ve afectado por nuestra edad y nuestros genes, pero un estilo de vida saludable también puede desempeñar un papel en la reducción del riesgo de algunos tipos de cáncer. No fumar, mantener un peso saludable, la actividad física, comer de forma saludable y reducir el consumo de alcohol ayuda a reducir las probabilidades", concluye.
 

28/10/17

La dieta mediterránea reduce la depresión [28-10-17]


La dieta mediterránea reduce la depresión

Un trabajo internacional con participación de la Universidad de Valencia, publicado en 'The Lancet Psychiatry', destaca la importancia de la nutrición para el mantenimiento de la salud mental. Hoy día está demostrado, afirman los investigadores, que la deficiencia de ciertos nutrientes puede ocasionar trastornos psiquiátricos, como la depresión. Para evitarlos, la dieta mediterránea resulta clave.
 Un trabajo internacional con participación de la Facultad de Medicina y Odontologia de la Universidad de Valencia, publicado recientemente en The Lancet Psychiatry, destaca la importancia de la nutrición para el mantenimiento de la salud mental.

El profesor de Psiquiatría Vicent Balanzá, también psiquiatra en el departamento del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, ha participado en la revisión científica elaborada por miembros de la International Society for Nutritional Psychiatry Research (ISNPR) sobre la importancia de la medicina nutricional, su investigación y futuro, puesto que “se ha demostrado que la calidad de la dieta y las deficiencias de ciertos nutrientes esenciales son determinantes básicos para la salud física y mental”.

De hecho, la nutrición “se ha convertido en un factor clave para la elevada prevalencia e incidencia de enfermedades mentales muy frecuentes, como por ejemplo la depresión. Este equilibrio alimentario es tan importante en psiquiatría como lo es en otras especialidades médicas, como cardiología o endocrinología”, apunta Balanzá en un comunicad o de la UV.

El investigador comenta, además, que el cerebro humano, para lograr un funcionamiento óptimo, “necesita una adecuada ingesta de nutrientes claves, como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga Omega-3, aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B (fólicos y B12), vitamina D y minerales como el zinc, el magnesio y el hierro. Una dieta equilibrada y de alta calidad, como es la mediterránea, los aporta; en casos de deficiencias, sin embargo, los suplementos nutricionales son recomendables”.

La dieta mediterránea aporta salud mental

Con esta publicación en ‘The Lancet Psychiatry’, los expertos mundiales en psiquiatría nutricional proponen abrir un debate sobre el papel creciente de la dieta en psiquiatría y salud mental.

“A nivel poblacional, teníamos pruebas científicas de que la dieta mediterránea se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y deterioro cognitivo. Ahora, también sabemos que reduce el riesgo de depresión. Son argumentos contundentes para conservar un tesoro cultural -y salutífero- que se ha transmitido a lo largo del tiempo”, recalca Vicent Balanzá.

Por otra parte, la etiología de las enfermedades mentales es extraordinariamente compleja y, por eso, su tratamiento también lo es.

“Esperar que todas las personas con problemas de salud mental se recuperen solo con fármacos corresponde a una visión muy limitada de la realidad. En nuestro artículo defendemos que el futuro inmediato de la psiquiatría necesita de un abordaje más amplio, en el cual los factores nutricionales son un elemento esencial para lograr mejores resultados en salud, funcionamiento y calidad de vida”, concluye el investigador.

Más ácidos grasos

Diversos estudios han señalado la utilidad de uno de los productos que menciona Balanzà, los ácidos grasos omega-3, en el tratamiento de trastornos depresivos y de otros trastornos psiquiátricos.

Investigaciones poblacionales, por ejemplo, han relacionado el hecho de comer grandes cantidades de pescado (ácidos grasos omega-3) con bajos niveles de depresión grave; mientras otros estudios han relacionado los omega-3 con la salud mental general y otros han revelado que los omega-3 pueden ser beneficiosos para los pacientes con trastorno bipolar (estos ácidos grasos se pueden consumir como suplemento dietético o a través de pescados como los arenques, la caballa, el atún y el salmón. También se encuentran en algunas fuentes vegetales como las semillas de lino, los cañamones y las nueces).
 

24/4/17

La dieta mediterránea se asocia con una mejor función cognitiva [24-4-17]


La dieta mediterránea se asocia con una mejor función cognitiva

Al combinarla con aceite de oliva y frutos secos, como nueces, se observa un aumento significativo de la memoria en adultos.


Los beneficios asociados a la dieta mediterránea suman y siguen. Esta vez, de la mano de nuevos antecedentes derivados del proyecto español Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) que, en un seguimiento hasta ahora de cuatro años, ha observado que esta dieta junto al consumo de aceite de oliva virgen y frutos secos, retrasan el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento en las personas.

La relación entre los hábitos alimentarios y las capacidades del cerebro estaría fuertemente mediada por el llamado estrés oxidativo, que es la incapacidad del organismo para eliminar toxinas. Por lo mismo, una dieta rica en productos antioxidantes jugaría un rol central en la prevención de enfermedades neurodegenerativas, como alzheimer y otras demencias asociadas al paso de los años.

En el trabajo coordinado por el doctor Emilio Ros, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona, se examinó a un grupo de 447 voluntarios, con una edad promedio de 67 años, sanos, pero con alto riesgo cardiovascular.

A un tercio de ellos se asignó una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva extra virgen; a otro grupo la misma dieta, pero con una porción diaria de 30 gramos de frutos secos (nueces, almendras y avellanas), y un tercer grupo que siguió una dieta de control baja en grasa.

Tras cuatro años, se evaluó la función cognitiv a de los participantes con test neuropsicológicos y notaron una mejoría en los dos primeros grupos.

Según Ros -cuyo trabajo apareció publicado ayer en la revista JAMA Internal Medicine-, la dieta con frutos secos fue más eficaz para mejorar la memoria, mientras que la de aceite de oliva influyó de forma favorable en la cognición frontal (función ejecutiva).

"La clave de la dieta mediterránea es que contiene ingredientes como vegetales, legumbres, pescados, frutos secos y aceites monoinsaturados que brindan un efecto antiinflamatorio y antioxidante", explica la doctora Mónica Manrique, nutrióloga de la Clínica Alemana.

Lo anterior, "mejora sobre todo el estado de las membranas plasmáticas que rodean a las células, mejoran su calidad y flexibilidad, haciendo que su funcionamiento sea más óptimo a nivel de todos los sistemas", agrega.

Estos beneficios aparecen al incorporar la dieta mediterránea a cualquier edad, pero lo importante es mantener este hábito en forma permanente.